En muchas ocasiones, ya sea por las prisas o simplemente porque nos parece más rápido, acabamos tirando una gran cantidad de comida o líquidos por el fregadero. En el fondo, sabemos que puede atascar las tuberías o bloquear las cañerías, pero lo vemos como una posibilidad muy remota. Hasta que de verdad sucede. Y cuando esto pase, ¿qué se debería hacer? ¿Hay que echar agua caliente por el desagüe para eliminar un atascamiento? En el post de hoy, te contamos si es más recomendable echar agua caliente o es que hay otros procedimientos más adecuados.
A la hora de solucionar un problema en nuestra instalación de fontanería, tenemos dos opciones: si la avería es menor y tenemos ciertos conocimientos podemos intentar arreglarla nosotros mismos. O por otro lado, contratar a un profesional con experiencia y referencias, que se asegurará de que nuestra avería quede resuelta independientemente de su gravedad. Entre estas dos opciones a menudo surge una tercera que no suele ser muy aconsejable, que resulta de confiar en un «fontanero entre comillas», que por su escasa experiencia o sus malas referencias, no solo no resuelva nuestro problema, sino que además lo agrave todavía más. Es por eso que cuando esto pasa es conveniente saber qué hacer ante un mal trabajo en fontanería.
Es muy común que se produzcan derramamientos de agua tras el paso del tiempo de uso de una tubería. Esto puede ocurrir por diversos motivos, pero entre los más frecuentes el problema se encuentra en el drenaje que se produce en las roscas.
Para paliar con el contratiempo hay que saber detectar la magnitud del problema y la causa y dependiendo de ello se podrá solucionar a través de profesional o por cuenta ajena.
El desagüe de la ducha o la bañera son los lugares más propensos a que se produzcan atrancos. Se debe tener cuidado ya que en cuanto la tubería está atascada, el agua no pasa como debería y puede hacer que se desborde del plato, y de esta forma, provocar pequeñas inundaciones en el baño. Hay varias causas que llevan a tener atrancos en la bañera.
Un uso constante del grifo del lavabo provoca un desgaste que hace que tarde o temprano se tenga que sustituir por un grifo nuevo. Otra de las razones por las cuales se debería cambiar el grifo, es por la acumulación de cal ya que obstruye las tuberías y hace que el agua salga con poca presión.
Muchas veces, no se espera a que el grifo esté deteriorado, sino que se realiza un cambio de grifo por renovar la estética de la grifería, o por razones económicas ya que existen modelos que permiten un ahorro de agua. En cualquier caso, es una tarea de fontanería que se puede realizar sin necesidad de tener conocimientos, muchas herramientas o materiales.
En nuestra instalación de fontanería hay pocos elementos tan imprescindibles como el inodoro. Es seguramente una de las cosas de nuestro hogar que más utilizamos en el día a día y si se avería podemos tener un grave problema, a menos que contemos con más de un baño. Hoy vamos a repasar cuáles son las averías más frecuentes del inodoro y cómo podemos afrontarlas.
Un sifón es un tipo de cierre hidráulico a modo de tubo, normalmente de material plástico o metal, que se encarga de conectar el desagüe de los inodoros, bañeras, platos de ducha, lavadoras y lavavajillas… con las tuberías y bajantes del sistema de cañerías de la vivienda. Se utiliza para evitar fugas de agua, neutralizar los malos olores de las cañerías e impedir que pequeños insectos entren en las viviendas.
Tener una fuga de gas es una situación muy peligrosa que a veces es difícil de detectar, así que tendremos que tener especial cuidado y revisar periódicamente nuestra instalación de gas, ya que este tipo de fugas son ocasionadas por tener instalaciones antiguas, por la falta de mantenimiento del sistema de gas de la vivienda o por descuidos.