A la hora de establecer, o incluso del mantenimiento, de una instalación de fontanería debemos tener en cuenta varios factores como la localización de la vivienda o su tamaño. Otro de los aspectos que hay que considerar es el grado de dureza del agua de la zona. Hoy vamos a hablar de cómo afecta la dureza del agua a la fontanería.
Hablamos de aguas duras o aguas blandas
La clasificación entre aguas duras o agua blandas se realiza dependiendo de la concentración de carbonatos que encontramos en el agua:
Muy duras: Más de 200 mg/l de carbonato cálcico.
Duras: Entre 100 y 200 mg/l de carbonato cálcico
Intermedias: Entre 150 – 100 mg/l de carbonato cálcico
Blandas: Menos de 50 mg/l de carbonato cálcico
Uno de los principales aspectos en los que podemos notar la dureza del agua es en su sabor o en sus propiedades organolépticas, y es que el agua potable que consumimos puede estar entre los 10 y los 500 miligramos de equivalentes de carbonato de calcio por litro.
¿Qué problemas puede causar la dureza del agua?
Aunque un agua dura puede aportar pequeñas cantidades de calcio o magnesio, beneficiosas para nuestra salud, beber mucha cantidad de este agua puede ser perjudicial, sobre todo para personas con problemas renales.
Además, tiene un efecto negativo para la instalación de fontanería, en la medida en que cualquier agua dura puede, a la larga, provocar acumulaciones de cal en la instalación y atascos que la inutilicen.
Sin embargo un agua demasiado blanda también puede ser perjudicial, ya que puede acarrear más problemas de corrosión.
Hay algunas maneras de ablandar el agua que consumimos: una sería el intercambio iónico, que es la que utilizan las jarras de filtrado de agua y la otra, la ósmosis inversa, más efectiva que la anterior.
Otra solución es evitar que la cal, más propensa a aparecer con el agua dura, no se acumule en nuestras viviendas con el uso de anticales magnéticos.
¿Cómo es el agua donde yo vivo?
Vivimos en un país de contrastes, también en el tipo de agua de cada zona. En España, las zonas costeras suelen abastecerse con aguas de más sedimento y minerales, por lo tanto tienen aguas más duras. Mientras que las zonas de interior o de montaña el agua suele ser blanda.
Provincias de España con Aguas muy blandas
Ávila
Madrid
Segovia
Provincias de España con Aguas blandas
Principado de Andorra
Burgos
La Coruña
León
Lugo
Orense
Palencia
Salamanca
San Sebastián
Santander
Zamora
Provincias de España con Aguas duras intermedias
Badajoz
Bilbao
Cádiz
Córdoba
Gerona
Granada
Huesca
Lérida
Las Palmas de Gran Canaria
Pamplona
Santa Cruz de Tenerife
Sevilla
Soria
Teruel
Valladolid
Vitoria
Provincias de España con Aguas duras
Albacete
Barcelona
Cáceres
Ceuta
Cuenca
Guadalajara
Huelva
Logroño
Melilla
Murcia
Tarragona
Valencia
Zaragoza
Provincias de España con Aguas muy duras
Alicante
Almería
Castellón
Ciudad Real
Jaén
Málaga
Palma de Mallorca
Toledo
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