Como cualquier elemento que forma parte de nuestro hogar las cañerías se desgastan. Y más pensando en que por ellas discurre agua corriente todos los días con mucha frecuencia. Bien es cierto que los materiales con los que están hechas cada vez son más resistentes al paso del tiempo. Aún así es conveniente saber cuándo se deben reemplazar las cañerías viejas de nuestra casa.

¿Qué señales nos indican que hay que cambiar las cañerías?

En ocasiones el desgaste puede darse en una sola zona de la casa. También puede suceder en una zona concreta de varios lugares de una misma comunidad de viviendas (en pisos). Las consecuencias de no cambiarlas, en todo caso, pueden ser muy graves. Por eso hay que estar atento a varias señales que nos dirán si es el momento de cambiarlas.

Si tenemos tuberías de plomo, un material que antiguamente se utilizaba en muchas ocasiones. Se trata de un material que a la larga resulta perjudicial para la salud.

Si se han deteriorado por el paso del tiempo. En el momento de adquirir una vivienda debemos conocer el estado de su instalación y si en algún momento ha sido renovada. Es posible que no haya que cambiar toda la instalación sino tan solo algunas partes. Pero es conveniente saberlo.

Si hay presencia de agua sucia. Nos daremos cuenta al abrir los grifos, de que el agua sale con cloro y no tiene el color que debería. Si no ha habido un corte del suministro recientemente, puede ser una señal de que las tuberías están desgastadas y requieren ser reemplazadas.

Si encontramos varias fugas de agua. Puede ser otro signo de que la tubería está cada vez más desgastada y requiere una renovación.

Si el caudal del agua es cada vez menor. Esta señal puede tener relación con el problema anterior de las fugas. En cualquier caso es un claro aviso de que algo no va bien en las tuberías.