En invierno todos buscamos un equilibrio entre el ahorro de gasto de la calefacción y sentirnos arropados por la temperatura del hogar para no pasar frío.
Optimizar esto es una cuestión que muchos desconocemos y nos gustaría poner remedio.
Según estimaciones de la OCU, en invierno el gasto de la calefacción supone el 46% de la factura energética. Saber gestionar y reducirlo es posible, pero la mayoría de la gente no sabe cómo.
Aunque nosotros pensemos que es mejor dejar la calefacción encendida al mínimo para que no se produzca un pico en el gasto, es mejor apagarla para lograr un ahorro energético y por lo tanto económico. Además con esta opción no tienes la necesidad de pasar frío debido a que tienes otras opciones para que cuando llegues a tu casa puedas estar acomodado.
1. Programa la calefacción para que se encienda antes de llegar a tu hogar.
De esta manera habrás reducido un gran coste energético y más si la duración en la que no se encuentra en su casa es mayor.
2. Protege tu casa con un buen aislamiento térmico en las zonas donde creas que puede existir una pérdida.
Este puede que no sea el resultado óptimo, pero si la duración de tu ausencia es larga es mejor porque así evitarás dejar la calefacción encendida por mucho tiempo. Sin embargo, si tu ausencia va a ser más corta puedes recurrir a la opción de dejarla encendida al mínimo si crees que es necesario para no tener que calentar de nuevo el hogar. La temperatura recomendable es entre 17 y 18 grados.
3. Abrígate mientras se vuelve a encender la calefacción.
Puede que al principio te cueste acomodarte, pero podrás reducir el nivel de gasto energético.
4. Provisiona tu hogar con cortinas que eviten pérdidas de calor.
Esta opción es la más útil por la noche junto a una buena colcha que te proteja del frío que pudiera entrar.
Todas estas alternativas tienen que ser valoradas conociendo la información obtenida según la OCU, que afirma que “se ahorra un 13% en la factura del gas encendiéndola solo cuando se necesita.”
También existen otros estudios que afirman que es mejor dejarla encendida, ya que una vez alcanzada, cuesta menos mantenerla.
En nuestra opinión consideramos que es conveniente tomar una decisión en función al tiempo de ausencia en el hogar.
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