Cuando llega el calor, lo primero que hacemos es encender el aire acondicionado y cerrar puertas y ventanas para mantener el ambiente fresco. Pero, después de un rato, el aire empieza a sentirse pesado, sin vida, incluso un poco cargado. ¿Te suena familiar? Eso es lo que comúnmente llamamos “aire viciado”. Aunque no lo veamos, este fenómeno tiene causas muy concretas, y lo mejor: ¡tiene solución!
¿Qué es el aire viciado?
El «aire viciado» es un término coloquial que usamos para describir un ambiente interior donde la calidad del aire ha disminuido notablemente. Esto se debe a una acumulación de dióxido de carbono (CO₂), humedad, compuestos orgánicos volátiles (COV), polvo, olores y otros contaminantes. El resultado es un espacio con aire que huele mal, provoca somnolencia, dolor de cabeza o incluso molestias respiratorias.
¿Por qué sucede cuando usamos aire acondicionado?
La razón principal es simple: falta de ventilación. Los aires acondicionados domésticos convencionales (split, ventana o portátiles) no renuevan el aire, solo lo recirculan. Es decir, toman el aire del interior, lo enfrían, lo deshumidifican y lo vuelven a lanzar al ambiente. Si mantenemos la habitación cerrada herméticamente, el aire se estanca.
Además, las personas liberamos CO₂ al respirar, los muebles y productos de limpieza liberan químicos, y la humedad se acumula en función del uso del espacio (duchas, cocción, incluso el sudor). En poco tiempo, la calidad del aire se degrada.
¿Qué problemas puede causar?
- Sensación de fatiga sin motivo aparente
- Dolores de cabeza persistentes
- Mareos o somnolencia, especialmente en oficinas o dormitorios
- Malos olores que no desaparecen
- Mayor riesgo de enfermedades respiratorias a largo plazo
Soluciones prácticas y profesionales
Apertura regular de ventanas
Es el método más básico pero efectivo: ventilar unos 10-15 minutos al día permite la entrada de aire nuevo y la salida del aire cargado. Lo ideal es hacerlo en las horas más frescas del día (mañana o noche) para no perder mucho frío acumulado.
Instalación de rejillas de ventilación
Una solución típica desde el punto de vista de la fontanería y la ventilación mecánica: rejillas pasivas en muros o puertas, que permiten la renovación constante del aire sin necesidad de abrir ventanas.
Sistemas de ventilación mecánica controlada (VMC)
Son equipos diseñados para extraer aire viciado y aportar aire fresco del exterior, manteniendo la temperatura interior. Algunos modelos incluso recuperan parte del calor o del frío, haciendo que el consumo energético sea muy bajo.
Uso de purificadores con filtros HEPA y de carbono
No renuevan el aire, pero eliminan partículas, olores y algunos gases contaminantes. Son una buena ayuda cuando abrir ventanas no es posible, pero no sustituyen la ventilación real.
Aire acondicionado con entrada de aire exterior
Algunos sistemas de climatización más avanzados (como los de conductos con recuperación de calor) pueden traer aire del exterior, filtrarlo y mezclarlo con el aire interior, mejorando notablemente la calidad del ambiente.
El aire viciado no es un mito: es una realidad común en muchos hogares y oficinas, especialmente en verano. Afortunadamente, con algunas medidas simples o con la intervención de un profesional en ventilación o climatización, es posible mejorar sustancialmente la calidad del aire que respiramos. Y recuerda: no todo se soluciona bajando la temperatura. A veces, el verdadero confort está en respirar mejor.
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