Cuando llega el calor, lo primero que hacemos es encender el aire acondicionado y cerrar puertas y ventanas para mantener el ambiente fresco. Pero, después de un rato, el aire empieza a sentirse pesado, sin vida, incluso un poco cargado. ¿Te suena familiar? Eso es lo que comúnmente llamamos “aire viciado”. Aunque no lo veamos, este fenómeno tiene causas muy concretas, y lo mejor: ¡tiene solución!