Las fugas de agua en piscinas pueden ser un dolor de cabeza para cualquier propietario. No solo aumentan la factura del agua, sino que también pueden causar daños estructurales si no se tratan a tiempo. Aquí te explicamos cómo detectar y reparar estas fugas de manera eficiente.
Detección de fugas
Inspección visual
Comienza por inspeccionar visualmente el perímetro de la piscina. Busca áreas húmedas o manchas de humedad en el suelo circundante. También revisa el equipo de la piscina, como las bombas y los filtros, en busca de posibles fugas.
Prueba del cubo
Llena un cubo de agua y colócalo en uno de los escalones de la piscina. Marca el nivel del agua dentro del cubo y el nivel del agua en la piscina. Deja el cubo en la piscina durante 24 horas, sin usarla. Si el nivel del agua en la piscina baja más que el nivel del agua en el cubo, tienes una fuga.
Tintura de detección
Utiliza un colorante especial para piscinas para detectar fugas en las paredes o el piso de la piscina. Aplica el colorante cerca de las áreas sospechosas y observa si es succionado hacia alguna grieta o abertura.
Reparación de fugas
Selladores epóxicos
Si la fuga es pequeña y localizada, un sellador epóxico puede ser una solución efectiva. Aplica el sellador sobre la grieta y deja que se cure según las instrucciones del fabricante.
Parche de vinilo
Para piscinas de vinilo, utiliza un parche especial para vinilo. Corta un pedazo de parche un poco más grande que la fuga, aplica el adhesivo y presiónalo firmemente sobre la fuga. Asegúrate de seguir las instrucciones del adhesivo para un sellado óptimo.
Profesionales
Si la fuga es grande o no puedes localizarla con precisión, puede ser necesario llamar a un profesional. Los especialistas en mantenimiento de piscinas tienen herramientas avanzadas, como detectores de sonido y cámaras subacuáticas, para localizar y reparar fugas de manera más efectiva.
Detectar y reparar fugas de agua en piscinas no siempre es una tarea sencilla, pero con las técnicas y herramientas adecuadas, puedes mantener tu piscina en perfecto estado, evitando costos innecesarios y prolongando su vida útil. Mantén un ojo vigilante y actúa rápidamente ante cualquier signo de fuga para disfrutar de tu piscina sin preocupaciones.
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