Para la mayor parte de los mortales estos dos términos pueden ser los mismos, sin embargo, existen diferencias entre tubo y tubería que necesitamos conocer si vamos a realizar cualquier reparación de una de ellas, o si necesitamos comprar material para una tarea de fontanería.

Diferencias de finalidad

Las diferencias entre el tubo y la tubería empiezan por el fin que tiene cada uno de ellos. La tubería por ejemplo, se utiliza para transportar fluidos en su interior. El tubo, por otra parte, está pensado para sujetar pesos, unir piezas o proteger cables. Sus propiedades más importantes se centran en el grueso de su pared, mientras que en la tubería es en el interior.

Materiales de los que se forman

Por su finalidad, cada uno necesita estar hecho de unos materiales diferentes. Hablando de los metálicos, las tuberías suelen estar hechas de acero al carbono o de baja aleación. Ya que son materiales moldeables y resistentes a la corrosión. Los tubos suelen estar hechos de cobre, acero templado, aluminio, latón, hierro, cromo o acero inoxidable.

También pueden estar hechos de otros materiales distintos al metal.

Por el material que están hechos cada uno debe poder aportar diferentes propiedades metálicas. En el caso de las tuberías se necesita presión, grado de elasticidad, ductilidad, etc. En el caso de los tubos es más necesario la dureza, la resistencia a la tracción o la alta precisión.

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Por nombrar algunas otras diferencias, las tuberías son siempre de forma redonda, ya que producen simetría a la hora de dispersar las partículas suspendidas en un fluido que las recorre. Los tubos sin embargo, pueden ser redondos, pero también cuadrados o rectangulares, según el uso al que se destinen.