Cuando repasamos periódicamente nuestras facturas de la luz, en muchas ocasiones no podemos evitar pensar que quizá existan alternativas que nos permitan ahorrar dinero en el consumo de la calefacción. Y es que en los últimos tiempos hemos oído hablar de diferentes opciones alternativas a las calderas tradicionales más económicas y ecológicas. Una de ellas es la calefacción por biomasa. ¿Es viable?
¿Cómo funcionan?
A priori la diferencia entre una caldera por biomasa y otra de gasoil tradicional es escasa. La mayor diferencia a tener en cuenta está en el material a quemar, ya que cada uno tiene unos costes y un rendimiento diferentes. Algunos de los materiales que se utilizan para generar energía son:
-Pellets
-Hueso de aceituna triturado
-Cascara de almendra, avellana
-Astillas de madera
-Componentes vegetales de alto contenido calórico
La caldera de biomasa funciona quemando estos combustibles de modo que generen una llama horizontal dentro de ella, que transmite calor a un circuito de agua que interviene en el sistema de calefacción.
Este sistema de calefacción, al igual que los que utilizan energía solar, puede utilizar un acumulador para guardar el calor que se va generando.
También es necesario revisar estas calderas con regularidad para vaciar la ceniza que se va acumulando.
¿Son rentables?
El material más normalizado por el momento son los pellets. Los precios de una caldera de pellet para uso doméstico pueden rondar entre los 3500€ y los 5000€.
Este precio variará en función de la capacidad y rendimiento que tenga la caldera. Siendo el precio superior al de las calderas tradicionales, esta inversión puede suponer un gran ahorro a medio y largo plazo en la materia prima para generar energía, convirtiéndola en una opción viable a la hora de calentar nuestro hogar.
Y es que las ventajas de la biomasa son varias, ya que su mantenimiento resulta sencillo, producen una energía de rápida generación y son respetuosas con el medio ambiente.
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