La ducha es un recurso indispensable en el baño. En muchas ocasiones nos preguntamos qué tipo de ducha sería adecuado para nuestro baño ¨ Teleducha, de columna, cabina, hidromasaje, etc.¨ y ¿La ducha empotrada es mejor?. Hoy vamos a saber qué son las duchas empotradas, y por qué motivos debemos instalarla en el baño.

¿En qué consiste?

Las duchas empotradas se añaden de forma interna a la pared. De este modo, únicamente queda visible lo esencial, como es la grifería de ducha, termostática; los jets, la teleducha y el rociador.

¿Por qué instalar una ducha empotrada en el baño?

De hecho, la ducha empotrada es una solución moderna para personas que buscan el minimalismo estético y los diseños discretos. También ofrece un aspecto más limpio, además de ser más rápida y ligera de higienizar.

Por un lado, destaca por permitir una instalación más personalizada en el baño, configurando la zona de diferentes maneras. Es el caso de los rociadores o los soportes.

Por otro lado, la ducha empotrada es sinónimo de mayor optimización del espacio. La grifería ocupa menos hueco, será ideal para estancias más pequeñas.

La ducha empotrada además, tiene las ventajas de la potencia y la calidad de la salida del agua. Los rociadores permiten un masaje suave que ayuda a calmar las tensiones, el estrés y a reducir el dolor muscular. También tiene mayores beneficios en tu salud emocional: estas duchas potencian los beneficios que aporta una ducha normal. Incluye un mayor confort, mejoras del estado de ánimo, mejor calidad de sueño.

Aunque la ducha empotrada es moderna, actualmente aún se eligen las teleduchas, no solamente porque es uno de los tipos más simples de sistema de ducha, sino también porque son más flexibles de manejar. Esto permite dirigir el chorro de la ducha a una parte del cuerpo determinada. Además tienen un precio muy accesible.

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