En el artículo del nuestro blog de hoy queremos abordar uno de los aspectos fundamentales para que nuestra caldera funcione correctamente. Es un tema complicado porque es muchas veces uno de los aspectos que menos controlamos a nivel de usuario y sin embargo, puede ser la diferencia entre que pasemos frío o no en invierno. Te has preguntado alguna vez qué presión debe tener tu caldera para que la calefacción funcione correctamente. Hoy te hablamos de ello.

¿Cómo afecta la presión del agua a nuestra caldera?

En primer lugar hay que aclarar que la presión del agua es la encargada de que esta circule de manera eficaz por el circuito de la calefacción. Por lo tanto, de ella depende que el calor se reparta de forma equitativa por la casa. Una presión inadecuada de la caldera puede causar bloqueos de esta o incluso averías.

¿Cómo sabemos si es la presión adecuada?

Normalmente, en el manual de la caldera podemos consultar la presión de trabajo óptima de nuestro aparato. Las cifras suelen estar, cuando se enciende la calefacción, entre 1,5 y 2 bares. Este dato puede verse resaltado en el medidor de presión en la mayoría de las calderas, normalmente en verde. Algunas calderas también resaltan las zonas críticas por debajo de 1 y por encima de 2 bares, en color rojo esta vez, para que podamos ver cuando hay un problema. La presión óptima recomendada por la gran mayoría de los fabricantes es de 1,3 bares.

Cómo podemos actuar ante un fallo

Normalmente, las calderas modernas están fabricadas para controlar los saltos de presión, a través de una válvula de alivio por si la presión fuera demasiada.

Ante una bajada de presión, la caldera se bloqueará para que no se produzca una avería aún mayor. Este bloqueo se puede revertir abriendo la llave para restablecer la presión. Puedes consultar en el manual de instrucciones de tu aparato cómo hacerlo.