A la hora de cuidar nuestro jardín o patio un grifo es de gran utilidad. Regar las plantas, limpiar el coche o las herramientas son algunas de las utilidades que le podemos dar. Además, su instalación es sencilla y rápida, tan solo necesitaremos las herramientas apropiadas y un lugar adecuado a nuestra elección.

¿Cómo poner un grifo en el jardín?

Preparamos la tubería

Una vez elegido el lugar de la instalación (alejado de zonas peligrosas como enchufes y de fácil acceso) debemos cortar el suministro del agua de la tubería de alimentación. Para ello debemos vaciar las tuberías a través de la válvula. Localizamos el lugar de la tubería donde queremos colocar el grifo e insertamos el racor con forma de T. Posteriormente seleccionaremos una tubería de alimentación y quitaremos un tramo de 2 cm aproximadamente. Con una lija puliremos los extremos.

Conecta la tubería

A continuación, realizaremos la conexión de las tuberías a través del conector en forma de T, para ello pasaremos un calibrador (sin lijar). Posteriormente se apretarán las tuercas correctamente.

Instalamos la base

Procedemos a instalar la base de fijación donde se encontrará enroscada la válvula, fijándola a la pared mediante tacos y tornillos y sujetaremos la rosca del tonillo con cinta de teflón.

Tres vueltas en el sentido de las agujas del reloj serán suficientes, el grifo ya estaría instalado y listo para disfrutar.

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