La fontanería en casa puede parecer sencilla, pero muchos pequeños errores pueden causar fugas, atascos o incluso daños mayores. Aquí te explicamos los fallos más frecuentes y cómo prevenirlos, de forma clara y práctica.
Uno de los errores más comunes es olvidar cerrar el suministro de agua antes de desmontar un grifo o una tubería. Esto puede provocar inundaciones innecesarias. Solución: antes de cualquier intervención, localiza y cierra la llave de paso principal o la específica del área que vas a trabajar.
2. Apretar demasiado las conexiones.
Muchas personas creen que cuanto más se aprieta una rosca, mejor será el sellado. Pero esto puede dañar las roscas o romper juntas. Solución: ajusta con firmeza, pero sin forzar. Usa herramientas adecuadas y sigue las recomendaciones del fabricante.
3. No revisar juntas y flexos con el tiempo.
Las juntas de goma y los latiguillos pueden deteriorarse sin que lo notes. Solución: inspecciona visualmente cada cierto tiempo y cambia cualquier pieza que muestre grietas, óxido o desgaste.
4. No instalar válvulas de cierre en zonas clave.
En caso de fuga, no tener válvulas de cierre en baños o cocina puede complicar mucho la reparación. Solución: Instala válvulas de corte en cada zona importante. Así puedes cerrar solo el área afectada sin cortar el agua de toda la casa.
5. No proteger las tuberías del frío.
En invierno, las tuberías expuestas pueden congelarse y reventar. Solución: aísla las tuberías exteriores con materiales térmicos, especialmente en zonas frías.
6. Ignorar el mantenimiento de desagües.
Los atascos en fregaderos y duchas suelen deberse a acumulación de cabello, grasa o restos de comida. Solución: usa rejillas para filtrar residuos y limpia los desagües regularmente con agua caliente y vinagre.
Evitar estos errores no requiere ser un experto, solo prestar atención a los detalles y actuar con precaución. Con herramientas básicas y buenos hábitos, puedes mantener tu instalación en perfecto estado y evitar sorpresas desagradables.
Sin comentarios