Durante los meses de frío, un termo eléctrico, puede llegar a convertirse en nuestro mejor aliado para calentar agua caliente. Ahora bien, como el termo almacena esta agua en un contenedor, llega un momento en el que hay que vaciarlo. Pero, ¿cómo lo hacemos? ¿Hay que bajarlo de la pared para lograrlo? ¿O hace falta contratar un técnico?

Sabemos que pueden surgir muchas dudas, por ello, en el post de hoy, te explicamos cuál es el procedimiento para poder vaciarlo correctamente.

¿Cuándo es el momento para vaciar un termo eléctrico?

Antes de nada, es importante comprender también cuándo es necesario vaciar un termo eléctrico, ya que, no se vacía únicamente cuando vas a cambiarlo.

Lo cierto, es que, este aparato, también debería ser vaciado cuando sepas que no vas a utilizarlo durante una larga temporada o incluso en lugares que se encuentran sometidos a heladas para poder evitar daños en el termo.

Pasos a seguir para vaciar un termo

En primer lugar, mira si tu termo tiene llave de paso del agua, pues es posible que no la tenga. Si el termo tiene la llave, ciérrala, y si no la tiene, cierra la llave general del agua de la vivienda. Posteriormente, una vez hayas cortado el agua, desenchufa el aparato de la corriente eléctrica.

Una vez hecho esto, abre una o dos llaves de agua caliente. Realmente es preferible que abras los grifos que están situados más abajo ­ (como por ejemplo la del bidé) y deja el agua correr.  A continuación, toca drenar el agua del termo eléctrico, para ello, habrá que abrir la válvula de drenaje del aparato y colocar justo debajo de ella un recipiente. Desenrosca el flexible del termo de la entrada, que está marcado en color azul.

Finalmente, será esperar a que el termo vacíe el agua a través de las llaves de agua caliente que tienes abiertas, y una vez deje de salir agua caliente, suelta el flexible de la salida del termo que está marcado en color rojo. Ahora que el termo está vacío, ya puedes desmontarlo.

Este tipo de procedimientos son de vital importancia para poder cuidar bien de tu termo eléctrico. A pesar de que no necesitan como tal una revisión obligatoria porque son más seguros que otro tipo de calentadores como los de gas, es recomendable revisarlo por lo menos una vez al año para asegurarte de que funcione bien. ¡Solo así podrás sacarle el máximo partido y alargar su vida útil lo máximo posible!