Con la llegada del frío los radiadores que forman parte de nuestro sistema de calefacción se hacen un elemento totalmente indispensable en nuestro hogar. De hecho, a la hora de construir una casa o reformarla, hay que tener en cuenta una serie de aspectos para que luego su funcionamiento sea eficiente y encender la calefacción no nos cueste demasiado. En el artículo del blog de hoy hablamos de qué hay que tener en cuenta para instalar radiadores correctamente.

El tipo de instalación que formarán

Una instalación de radiadores puede ser de dos maneras distintas: monotubo, si el agua entra y sale por un mismo punto, y bitubo, si sale por puntos distintos. Si comenzamos una instalación de cero, la bitubo suele ser la opción más recomendada, ya que en ella el agua se reparte con más fluidez. Aunque por otra parte, en algunos casos una instalación monotubo puede resultar más económica.

La pared en la que se sujetará el radiador

Hay que tener en cuenta que la instalación de un radiador supone un componente de peso, del mismo radiador más el agua que pasará por él, que las paredes de una casas deben poder soportar. Por eso siempre es más aconsejable instalarlos sobre los muros de carga. Como últimamente las paredes de pladur cada vez son más comunes, podemos tratar de localizar el montante de estas para colocar a esa altura el radiador.

Posición de las tuberías de la instalación

Los radiadores siempre van a depender de las tuberías y por lo tanto debemos adaptar los radiadores a la zona en la que estas se encuentran. Si queremos aumentar el tamaño de los radiadores será necesario cambiar más parte de la instalación y las tuberías, lo que aumentaría la dificultad de la reforma.

Aún teniendo en cuenta estos aspectos, hay que pensar que instalar un radiador se trata de una operación complicada y que antes de equivocarnos es conveniente contactar con un profesional.