Se acaba el verano con todas las consecuencias que esto conlleva. Los niños vuelven a las aulas, los padres al trabajo y las piscinas, que estos meses se llenaban de gritos de alegría y de risas, comienzan a silenciarse. El año que viene volverán a llenarse de vida pero, mientras tanto, tenemos que saber cómo mantener la piscina en invierno, para poder disfrutarla del mismo modo el siguiente verano.